Escocia tiene secretos por todos los rincones de la ciudad, entre ellos podemos destacar varios inventos que estamos seguros que no conoces. Desde el primer teléfono de Alexander Graham Bell hasta el descubrimiento salvador de la penicilina de Sir Alexander Fleming, las grandes mentes escocesas han hecho del mundo un lugar diferente.

Los inventos escoceses innovaron la ciencia en general. Entre ellos destacamos: La anestesia en el parto, el tratamiento de la malaria, la hipnosis, el abrigo impermeable, la cosechadora y dos más de los que vamos a hablar a continuación.

Seguro que te sorprende pero… el inodoro y la tostadora han sido dos grandes inventos escoceses.

El inodoro:

En el año 8.000 A.C en las islas Orcadas (Escocia) se empezaron a instalar sistemas tipo letrina que iban desde las viviendas hasta los torrentes de agua. Una serie de conducciones iban desde las viviendas de piedra hasta los torrentes, lo que permitía satisfacer las necesidades en el interior del hogar sin tener que salir al exterior.

El inodoro de Cummings, que patentó en 1775, permitió que el agua permaneciera en el recipiente después de enjuagarse debido a la «trampa S», una válvula deslizante entre el recipiente y la trampa. Este artilugio evitó que los gases del alcantarillado ingresen a los edificios y sobrevive en la fontanería moderna, modificada como una tubería en forma de U.

La tostadora:

Es un elemento básico del desayuno para muchos y. sobre todo para los escoceses. Las tostadas de cada mañana han sido gracias a un escocés. Alan MacMasters (1865-1927) creó la primera tostadora eléctrica del mundo mediante el desarrollo de una máquina que podía tostar pan con alambres de hierro.